16 Jun Diferencias entre puertas lacadas y puertas laminadas
A la hora de realizar nuestros proyectos, probablemente no prestamos mucha atención a las características de los materiales que van a usarse y nos fijamos en otros aspectos como el precio. Sin embargo, cada material tiene sus particularidades y es conveniente que, al menos, aprendamos a diferenciar la utilidad de cada uno.
Cuando hablamos del aspecto de nuestras puertas o muebles, es frecuente mencionar, e incluso confundir, términos como laminado y lacado.
Lo primero que tenemos que saber, es que aunque ambos se usan para revestir muebles y puertas, y visualmente puedan ser parecidos, el laminado es un revestimiento y el lacado un acabado. Para evitar confusiones innecesarias, en este artículo os hablaremos sobre las diferencias entre ellos.
Puertas laminadas
El laminado es un revestimiento normalmente derivado de la madera, que suele utilizarse como acabado para embellecer muebles o puertas en los que se ha usado un material de una calidad inferior. Esto nos permite conseguir acabados muy profesionales y vistosos, a un coste más bajo. Es un producto muy versátil y con múltiples ventajas: resiste bien el paso del tiempo y agresiones externas como golpes o arañazos, es higiénico e impermeable, además de fácil de limpiar. También cuenta con una excelente relación entre la calidad que ofrece y el precio.
En cuanto al aspecto estético del laminado, hoy en día supone una opción muy interesante para dar a nuestros muebles y espacios de almacenamiento un toque diferente; ya que ofrece múltiples opciones (imitaciones muy fieles de la madera, de piedra, cemento, mármol…) Sin duda, la calidad del laminado hace que actualmente se utilice en proyectos de todo tipo, aportando un toque muy especial a nuestros muebles.
Puertas lacadas
El lacado es un acabado que puede aplicarse a madera o derivados de la madera para aportar color continuo a las superficies o dotar a los paneles de madera de un aspecto acabado.
Se aplica mediante la pulverización sobre la superficie a tratar en varias capas hasta lograr el efecto deseado, aportándole brillo a la misma y haciéndola más elegante. Además, el lacado es muy útil a la hora de dar vida a superficies que han perdido el esmalte original o que simplemente ya no encajan con el resto de nuestra casa.
En cuanto a las ventajas del lacado, la más reseñable es el aspecto estético, elegante y con muchas opciones en función de si nos gusta más o menos el brillo. Incluso existe una opción muy demandada, que es el lacado a poro abierto, que nos permite ver la madera que se encuentra bajo el lacado. El lacado es un acabado duradero, aunque no comparable a la resistencia del laminado, ya que es algo más delicado de limpiar y puede verse más afectado por la incidencia de la luz solar. En cuanto al precio, hay múltiples factores que pueden afectar a los costes finales del lacado, pero, por lo general, un mueble lacado tendrá un precio superior a uno laminado.
En definitiva, el lacado y el laminado son dos técnicas muy distintas, cada una con sus ventajas e inconvenientes. Solo dejándonos asesorar por profesionales podremos decidirnos por cual elegiremos a la hora de montar nuestros muebles.
En Hóbaco contamos con amplia experiencia en acabados y revestimientos de puertas, fabricando con materiales de la más alta calidad y cuidando el gusto por el detalle.